Yom Kipur
Yom Kipur
Por: Rav Reuven Tradburks
La lectura de la Torá para Yom Kipur es la descripción que se encuentra en el capítulo 16 de Vayikrá del servicio completo en el Mikdash para Yom Kipur. El Cohen Gadol mismo leyó exactamente esta lectura de la Torá en el Mikdash en Yom Kipur. Estamos leyendo lo que él leyó.
1ª Aliya (Vayikra 16:1-6) Uno puede entrar en el Santa Sanctorum con el siguiente procedimiento complejo. Porque Yo, D-os aparezco allí en una nube. Aarón debe traer un toro como una ofrenda por pecado, junto con un carnero. El pueblo judío trae dos cabras y un carnero como ofrenda por pecado. Aarón usa cuatro prendas blancas únicas para este servicio.
El objetivo o propósito de la compleja ceremonia de Yom Kipur está claramente establecida: porque Yo, D-os, apareceré en una nube. D-os apareciendo en una nube es un tema que recurre en la Torá, el más dramático de todos en el Monte Sinaí. El momento cumbre de Yom Kipur es sólo tú y Yo, en Mi lugar más privado, el Santa Sanctorum. Tú, Aarón, como el representante de mi gente. Y Yo, en la nube. La imagen es dramática, D-os prometiendo de juntarse con nosotros en la tierra, aunque sea en privado, en Su lugar más privado. Pero aquí en la tierra. Yom Kipur es el momento más íntimo del año del contacto Divino/humano. La expiación se logra a través de lo Divino descendiendo en una nube al Santa Sanctorum. La expiación se logra a través del contacto íntimo, cercano de D-os con el hombre.
2ª Aliya (16:7-11) Toma dos cabras de la gente. A través de sorteos, identifica una como un sacrificio, y la otra para enviar al desierto para expiación. Aarón ofrece el sacrificio para sí mismo para su casa.
En este momento de íntimo contacto entre lo Divino y nosotros, logramos expiación a través de la esplendor. La pompa de las dos cabras es suntuosa; de aspecto idéntico, su suerte determinada por sorteo, su destino radicalmente diferente. Una será un sacrificio para D-os. La otra será enviada al desierto estéril.
3ª Aliya (16:12-17) Aarón deberá llevar una olla de carbón e incienso al Santa Sanctorum, con el humo del incienso envolviendo la cobertura del Arón. Aarón toma la sangre del sacrificio por pecado y la salpica siete veces en el Santa Sanctorum y siete veces delante de la cortina fuera del Santa Sanctorum. Repite esto con la sangre del sacrificio por pecado de la gente, la cabra.
Este momento de la entrada al Santa Sanctorum sólo ocurre una vez por año. La Torá no dice que el humo del incienso llena el Santa Sanctorum. Dice que cubre el Arón. El humo del incienso que cubre al Arón es evocativo del Monte Sinaí, cuando la espesa nube cubrió la montaña cuando D-os habló. El Arón tiene los diez mandamientos, la representación concreta de la experiencia en el Monte Sinaí. Es como una recreación de ese momento. No el contenido de la Torá, sus Mitzvot. Pero el descenso de lo Divino a este mundo. Esa es la esencia de Sinaí. Y es la esencia de este momento; lo Divino uniéndose a nosotros en esta tierra. Este es el momento cumbre, la Shejina uniéndose a nosotros aquí en la tierra.
4ª Aliya (16:18-24) Él toma entonces la sangre de su toro y la de la cabra del pueblo y las pone sobre el altar de incienso y lo salpica siete veces, purificándolo. De esta manera completa la expiación de los lugares más sagrados. Entonces, Aarón pone sus manos sobre la cabeza de la otra cabra del pueblo, confesando todos sus pecados, y los pone sobre la cabeza de la cabra. La cabra, llevando los pecados del pueblo, se envía al desierto. Aarón cambia sus vestimentas especiales por las regulares y ofrenda los sacrificios más convencionales por sí mismo y por el pueblo.
Con el humo todavía en el Santa Sanctorum, señalando la presencia Divina en esta tierra, la expiación puede ocurrir, la confesión de pecados sobre la cabra que se envía al desierto. El Rabino Soloveitchik, interpreta el drama como una metáfora. Se empuja a esta cabra sobre un precipicio, cayendo a su muerte. La caída, la fuerza de gravedad, es una alegoría del hombre que se permite a si mismo ser empujado y arrastrado por su naturaleza, fracasando en ejercer su voluntad. El hombre puede elegir de ejercer su voluntad. O puede elegir someterse a los caprichos y fuerzas de su naturaleza, como la cabra que no puede detener su caída. Resumiendo, cuando el hombre se permite ser arrastrado por su naturaleza, fracasando en afirmar su voluntad, la fuerza de gravedad lo conduce a la muerte. Tal es el pecador, permitiendo las fuerzas que lo dominen, fracasando en afirmar su voluntad.
5ª Aliya (16:25-30) Los que llevan la cabra al desierto deben ser purificados cuando regresan, así como los que quemaron los sacrificios de Aarón y el pueblo fuera del campamento. Todo esto debe hacerse todos los años en Yom Kipur acompañado de ayuno. Porque en este día Él te entrega expiación y purificación, te purificas ante D-os.
Aunque el drama de este día ha sido marcado por la destrucción del Templo, la expiación continúa a través del mismo día de Yom Kipur. Rabi Akiva comentó: te purificas durante el día y el encuentro con D-os; Él es el purificador.
6ª Aliya (16:31-34) Este procedimiento, expiando el Santa Sanctorum, el área exterior, el altar, los Cohanim, y el pueblo, se debe hacer una vez por año.
Esta expiación y purificación abrumadora, nos hace humildes, nobles. Porque Él Sagrado se extiende al ser humano, desciende en una nube como en el Santa Sanctorum, concediendo expiación. Es Su trascendencia por el hombre, Su bondad, generosidad, y amor.
Yom Kipur es un regalo, una ratificación del hombre, la oportunidad de comenzar de nuevo, una sonrisa de Él Sagrado, que aprecia nuestros deseos y pasión, aunque erremos. Yom Kipur es la fe de Él Sagrado en nosotros, dándonos una pizarra anual limpia. Ese es un regalo.
Maftir (Bamidbar 29:7-11) El Maftir describe el extra Musaf que se trae además de los sacrificios específicos de Yom Kipur.