HOMENAJE A ESTHER SHAYNA, UNA MUJER VIRTUOSA
Cuando pensamos en la reina Esther, lo primero que nos viene a la mente es aquella increíble mujer judía que salvó a los hijos de Israel del decreto nefasto de Ajashverosh. En cada momento de la historia encontramos personas que nos inspiran y nos transmiten preciosas enseñanzas con sus inquebrantables ejemplos. El tiempo pasa y entonces la historia y la vida nos regalan más seres extraordinarios y capaces de hacer grandes cosas por su prójimo. Shavei Israel tiene la dicha de presentar a Esther Shayna.
Nuestra querida Esther nació en Cuba y tuvo que salir huyendo a Estados Unidos, sus padres la pusieron en un avión muy pequeñita, en el programa Pedro Pan, donde a los niños los mandaban solos a Estados Unidos. No se sabía cuando habría una reunificación familiar.
Esther estuvo 4 años sin ver a sus padres quienes se quedaron en Cuba cuidando de sus padres y familia. Esther nos cuenta: Tuve la enorme bendición de volver a reunirme con mis padres después de 4 años de incertidumbre. A los 9 meses, falleció mi Padre y Mi Madre y yo enfrentamos la vida en Nueva York, solas. El compositor judío Leonard Cohen escribió: “Hay una fisura en todo: así es como entra la luz”. Ese es su lema, ciertamente tuvo que pasar por mucho y al final llegó la bendición de la Torá.
Esther era una niña y fue sacada a tiempo del exterminio comunista que ensombrecía el futuro de la isla caribeña. Así como despojaron a los judíos en la Shoah, así fue despojada la familia de Esther. Tantos años de esfuerzos y de sacrificios arrebatados por un régimen despiadado y codicioso. A ella le arrebataron todo, pero nunca su espíritu. Es muy difícil destruir la esencia de un alma judía. Estas cosas que ella vivió a tan temprana edad la acompañarían al nuevo país en el que residiría gran parte de su vida.
América recibiría a Esther con los brazos abiertos, pero a veces los brazos tienden a ser muy fuertes y no muy delicados cuando se trata especialmente de nuevos inmigrantes. El comienzo es duro y lleno de lágrimas y de emociones, pero ese comienzo es siempre necesario para hacernos más fuertes y resistentes. Esther creció y se hizo fuerte, también se hizo muy inteligente.
En su juventud pudo estudiar psicología, educación y lenguas. También trabajó muchos años para prestigiosos periódicos y centros de noticias. La habilidad comunicativa y natural que desarrolló Esther, le ayudó mucho en su ámbito personal y profesional.
En una extraña mañana el día 11 de septiembre del 2001, Esther se encontraba en el Wall Trade Center cuando dos pájaros de hierro fueron secuestrados junto a toda su tripulación por terroristas despiadados y fueron estrellados contra las torres del centro financiero, causando así la muerte de miles de personas. Esther estuvo allí respirando el polvo y los químicos de los escombros, presenciando la muerte con sus ojos, la destrucción y la desolación causada por el terrible atentado. Ella ya era periodista en ese momento y tenía que transmitir lo que sucedía en tiempo real, era su misión y su deber dar a conocer lo que ahí había sucedido. Pasaron muchas horas y Esther seguía inhalando el polvo de la desesperación y del caos. Todas estas cosas le causarían graves problemas de salud en un futuro. Pero ella no dejó de respirar y siguió adelante.
La famosa periodista proviene de un linaje de prominentes judíos que salieron de España huyendo de la sangrienta inquisición. Hicieron su largo camino hasta el Caribe, cuando este aún conservaba el azul de sus playas y de su cielo. Llegaron a la Isla y se asentaron y comenzaron una nueva vida. Los abuelos y padres de Esther preservarían estas costumbres durante mucho tiempo e inculcarían los valores de la Torá a sus descendientes por todas sus generaciones.
Esther reside en la ciudad de New York donde vive rodeada de judíos ortodoxos. Ella y su esposo Yeshaya son miembros honorables de esta comunidad, Ella siempre está ayudando a todos los que conoce y también ha tendido la mano a muchos desconocidos. Yeshaya apoya a Esther en sus obras de generosidad y comparte con Esther el sentimiento de satisfacción que trae ayudar a otros, siempre con las mejores intenciones y desde lo más profundo de su corazón.
En Cuba había y hay muchos judíos dispersos por varios motivos. En todos los extremos de la isla quedaron familias judías que siguieron las tradiciones de sus antepasados. Y muchos contactaron a Esther Shayna para que ella los ayudara a huir del exterminio y la desesperanza. Una vez más, pero esta vez en tiempos modernos Esther tendría que salvar a su pueblo del olvido y de la muerte.
Incluso aunque la gran parte del pueblo de Israel regresó a su tierra original, el hecho de salvar un alma judía equivale a salvar a un pueblo entero, a un mundo y a un universo en su gran medida, tal y como está escrito en el Talmud. Esther ayudó a muchos judíos cubanos a salir de las garras de un enemigo impecable y cruel. Ella los guió y los ayudó en todo lo que fuera necesario hacia el camino de la libertad. Compró boletos de avión que costaron fortunas con tal de liberar a las almas oprimidas. Pagó estudios de judaísmo, compró ropas y calzados para aquellos pies descalzos y cansados, hizo sacrificios inmensurables dando todo de sí sin esperar nada a cambio. Así es Esther, siempre escondida en sus Mitzvot y en sus buenos actos, nunca alardeando del bien que hizo o que hace. Siempre dando todo el crédito a Hashem y a su gran Misericordia.
La bondad de Esther no tiene límites. Y harían falta cientos de artículos como este para resaltar su valor como ser humano. Un ser humano que es fiel a sus principios y valores. Siempre pensando en su prójimo, siempre pensando en la otra persona y en sus necesidades.
Esther con su actitud valerosa le ha salvado la vida a cientos de personas. Les ha devuelto la esperanza a familias completas, ha dado mucho de sí por quienes la rodean y por su pueblo Israel.
En estos tiempos difíciles que enfrenta Israel como nación, Shavei Israel quiere homenajear a esta increíble mujer que ha sido un ejemplo viviente de cómo un ser humano debe de comportarse ante las adversidades que enfrenta a diario. Una hija honorable de Israel y de su pueblo. Ella siempre tuvo muchos motivos para elegir el mal, pero fue todo lo contrario, ella siempre escogió elegir el amor, el bien y la vida, trayendo bendición a muchos y a su propia existencia. Enfrentando cara a cara al mal y desafiándolo siempre con buenas acciones y mitzvot. Esther es un ejemplo para las mujeres de Israel de cómo un ser humano debe de conducir su destino.
Que Hashem le de mucha salud y mucha prosperidad, y que la siga fortaleciendo en su tan preciada y noble labor que es la de asistir a cada alma judía cada vez que esta toca en su puerta.
Por Eliav Riera Pérez
Shavei Israel