¿Por qué elegimos el judaísmo?
La familia Bissato, Yehoshua, 45, Chana, 36, y su hija Leah, 7, llegaron a Israel desde Caxias do Sul, Brasil, pero su viaje fue mucho más que un viaje en avión. Como ex pastores, sus estudios bíblicos en realidad los alejaron de las enseñanzas en las que crecieron y los llevaron por un camino que los llevó al judaísmo. Han estado buscando un proceso de conversión durante ocho años y están emocionados de estar finalmente en Israel y comenzar esta etapa final de su viaje al judaísmo. Aquí está su historia:
“Desde el momento en que conocimos el judaísmo, hace siete años, comenzamos a admirar al pueblo judío, su forma de vida, sus festividades y su reverencia, temor y respeto por Di-s y la Torá. Una vez que supimos un poco más sobre la Torá, decidimos que el Di-s de Israel también sería nuestro Di-s.
“A medida que pasaba el tiempo, profundizamos en nuestros estudios y descubrimos que el pueblo judío era diferente. Hubo una alianza, hecha a través de Abraham, pasando por Isaac y Jacob. Después de haber pasado por muchas pruebas y de demostrar una gran sumisión para cumplir la voluntad del Creador, Jacob recibió el título de “Israel” [que se puede definir como] “yashar Él” o directo con Dios. Y con esto, la función de estudiar y transmitir la Torá a la humanidad.
“En consecuencia, los Hijos de Israel recibieron una mayor responsabilidad, una nueva situación espiritual y el yugo del pleno cumplimiento de la Torá. Nos dimos cuenta, que aunque éramos de otro pueblo, queríamos ser parte de este pueblo, el Pueblo de Israel. Decidimos que dejaríamos a nuestro pueblo, a nuestras raíces, aunque sabíamos cuánto esfuerzo tendríamos que hacer, y también que enfrentaríamos muchas dificultades, incluso persecuciones, como sufre el pueblo judío, el antisemitismo y el odio gratuito.
“Aunque éramos conscientes de todo esto, nos mantuvimos firmes en nuestra decisión, en nuestra meta, y queríamos ser parte de este pueblo, ser “Israel”, convertirnos y hacernos judíos asumiendo la responsabilidad de guardar todos los mandamientos, leyes y costumbres, honrando el pacto de Abraham, recibiendo el yugo de la Torá y sirviendo a Dios.
“Desde entonces empezamos a estudiar y a cumplir las mitzvot (mandamientos): comer kosher, guardar el Shabat, mantener la pureza familiar, cumplir con los requisitos de las festividades, hacer oraciones y bendiciones diarias, perfeccionarnos cada día en la halajá (ley judía) y siendo conscientes de la importancia que tiene en nuestra vida, desde que nos despertamos y en todo lo que hacemos.
“De hecho, sentimos que ahora es como si estuviéramos “volviendo a casa”, volviendo a nuestras verdaderas raíces. Amamos a Hashem, la Torá y al pueblo judío. No nos imaginamos viviendo de otra manera, excepto como judíos. Decidimos llevar a cabo nuestro proceso de conversión en Machon Miriam de Shavei Israel, ya que es una organización seria y comprometida con ayudar a aquellos que quieren convertirse, convirtiéndose en parte del pueblo judío. Di-s mediante, seremos capaces de alcanzar nuestra meta. Hashem es nuestro Di-s, Israel es nuestra tierra y el pueblo judío es nuestro pueblo”.
