Bar Mitzvá en la Comunidad Judía de Antioquia, Colombia
por Rabino Elad Villegas
Nos complace compartir con ustedes este evento único en la Comunidad Judía de Antioquia y las palabras del Rabino Elad Villegas sobre la importancia y el impacto del mismo en sus vidas a nivel personal y comunitario:
Como judío, el proceso de la vida se afronta en el presente con decisiones que abarquen el futuro. Cada paso de la vida religiosa siempre estará acompañado del anhelo de la continuidad de la vida judía a través de las futuras generaciones.
Por eso al tener la oportunidad de llegar al momento de celebrar un Bar Mitzvá, como lo tuve con mi hijo Yitzjak, entiendo que no es una meta o un objetivo como tal, sino como la oportunidad de evaluar y vislumbrar el éxito potencial de mi futuro familiar; Y la verdad, esta evaluación ha sido muy satisfactoria. Soy consciente que la generalidad de un padre es ver a su hijo como el mejor del mundo y por supuesto no estoy fuera de esa generalidad, pero si quiero destacar que mi hijo Yitzjak es un chico con unas virtudes excepcionales, lo digo no solo por mi apreciación sino por su desempeño en cada ámbito de sus actividades y desarrollo, como lo es el colegio, sus amigos, la comunidad, etc., donde su forma de actuar, de vivir y decidir reflejan el amor y entrega real que tiene hacia la Torá y nuestro loable pueblo.
Creo firmemente que principalmente es el resultado de su gran alma y por supuesto del acompañamiento familiar lleno de Torá y buenas midot (cualidades), como también el desarrollo de estudio del «Talmud Torah Yosef Adia», el talmud de la Comunidad Judía de Antioquia en el cual Yitzjak a sus 3 años de edad fue uno de los niños que perteneció al primer grupo de estudio y desde entonces no ha dejado de estudiar cada día.
Ahora, aparte de mi familia sentir un especial orgullo de poder haber contado con la gracia del cielo con un buen hijo y saber que es un jovencito que nació y se crio con nuestra comunidad, es también saber que en nuestro presente podemos contar con él para el minian y que sus buenas cualidades serán ejemplo a seguir para los otros niños que se están formando en nuestro círculo comunitario.
Por ello creo que la educación religiosa de nuestros niños es vital, y no dejarlos a la merced de las tecnologías y enseñanzas de un mundo que poco o nada puede despertar las virtudes que el alma del judío debe tener.
Bar Mitzvá de Yitzjak Villegas