Parashá Nitzavim-Vaielej

Parashá Nitzavim-Vaielej

Parashá Nitzavim-Vaielej

Por: Rav Reuven Tradburks

La Torá termina con cuatro parashiot cortas. La última parashá de la Torá se lee en Simjat Torá. Después de nuestra parashá doble, tenemos la parashá corta de Haazinu. De modo que estamos prácticamente al final de la Torá.

Vamos a enmarcar nuestra parashá en el contexto del libro Devarim. Moisés nos ha llevado del pasado, al presente, al futuro. Moisés está parado en las orillas del río Jordán sabiendo que no estará con el pueblo cuando entren a la tierra. El libro entero de Devarim se trata de las instrucciones de Moisés al pueblo.  Comienza con los miedos y preocupaciones inmediatas del pueblo; ¿Cómo tendremos éxito en la conquista de la tierra? Él revisa el pasado; las lecciones aprendidas, los errores que deben ser evitados, recordar los éxitos obtenidos. Ustedes tendrán éxito. Luego describe la sociedad monoteísta ética que será creada en la tierra. Y las instituciones nacionales de la legislatura, el poder judicial y el ejecutivo. Ha ido del pasado, al presente inmediato, al futuro inminente. Entonces, la semana pasada giró al futuro distante; el exilio inevitable causado por la falta de lealtad. Aunque todavía no están en la tierra, Moisés da una descripción escalofriante del exilio de la tierra.

En nuestra parashá, él mira al futuro más distante aun; el final del exilio y el regreso a la tierra. Esperanzado. Optimista. Ha ido de certeza, a pavor, y de regreso a la confianza. Y tuvo cuidado de expresarle al pueblo, antes de dejarlos, su profunda fe en su definitiva habilidad para regresar. Que, en los rincones más profundos de sus corazones, se encuentra el deseo de conectar con su D-os. Moisés creyó en nosotros.

Aunque esta parashá doble tiene sólo 70 versículos, su impacto emocional es difícil de igualar.

1ª Aliya (Devarim 29:9-28) El Brit de Arvot Moab. Todo el pueblo está reunido, hombres, mujeres, niños, portadores de agua, leñadores, para entrar en el convenio; que D-os será nuestro D-os y nosotros seremos Su pueblo. Como se le ha dicho a los Avot. Este convenio es para los que se encuentra aquí hoy y para los que no están aquí. Si hubiera entre ustedes aquellos que siguen a ídolos, racionalizando que son libres de seguir a sus corazones, la consecuencia de su deslealtad al vínculo especial con este convenio, su idolatría, se encontrará con la ira Divina. La destrucción de esta Tierra por vuestra infidelidad será tan profunda que la gente la mirará y estará sacudida por su absoluta desolación. Ellos reconocerán que vuestra deslealtad causó esta desolación y su expulsión de la Tierra.

El convenio es simple. Tú. Y yo. Tú D-os, serás mi D-os. Y nosotros seremos Tu pueblo. Es fundamentalmente importante reducir la Torá a este lazo simple, pero profundo. Seguro, hay muchos mitzvot. Algunos los haremos bien. Otros los arruinaremos. Pero después de todos los detalles de los mitzvot, la realidad es Tú y yo. El judío vive una vida caminando con el Creador. Estamos unidos. Ese lazo de expresa con los mitzvot. Ciertamente. Pero, Moisés dice, es el caminar con el creador que es nuestro destino en la vida. Verdaderamente, un destino privilegiado.

2ª Aliya (30:1-6) Cuando sean arrojados de la tierra a las cuatro esquinas del mundo, tomarán en serio su destino y regresarán a D-os. Él regresará a ustedes, regresando para recogerlos de los lugares muy lejanos. Incluso si están en los finales del mundo, Él los recogerá para traerlos nuevamente a esta tierra.

Este es el párrafo más hermoso de toda la Torá. Es tan bueno que está dividido en la mitad, para saborearlo. Se llama Parashát HaTeshuva, la sección del Regreso. La palabra “regreso” aparece siete veces. Nosotros a Él. Él a nosotros. Nosotros tomamos un paso, Él toma un paso hacia nosotros. Pero nuestro primer regreso está descripto como “lo tomamos en serio”. Los murmullos del corazón son el comienzo de la teshuva. Y Él es nuestro cardiólogo, Él conoce nuestros murmullos, aunque sean débiles. Una vez que el siente esos murmullos, Él nos autoriza, Él nos da fuerza, la voluntad de construir sobre nuestros profundos deseos. Él baila con nosotros, pero espera que demos el primer paso. Entonces Él nos da más y más fuerza. Sólo toma el primer paso.

3ª Aliya (30:7-14) Y Él les impartirá amor por Él. Y ustedes regresarán a Él. Y Él estará complacido con vuestro regreso porque es sincero, de todo corazón. Porque esta Mitzvah no es extraordinaria, como si hubiera que subir a los cielos o cruzar el océano para rescatarla. Más bien, se encuentra muy cerca, en sus labios y su corazón.

Moisés usa palabras de cariño. Amor, amor a HaShem. Corazón, todo tu corazón. Moisés no quiere ser sólo el maestro de halajá. Él quiere ser también el maestro de nuestra vida interior. Necesitamos tutela no sólo en cómo hacer, pero como sentir. Sacudan sus inhibiciones. Déjalo entrar, con amor, con los más profundos sentimientos de tu corazón, todos los días. El lenguaje es marcadamente más emotivo que el resto de la Torá. Moisés, en el momento que está saliendo como líder y saliendo de este mundo, desea desesperadamente transmitir sus sentimientos más profundos y alcanzar nuestras emociones más profundas.

Y esto no está en los cielos. “Esto” puede entenderse como la Torá completa. Como si dijera, “Yo sé que la Torá se ve desalentadora, pero no lo es, es tu verdadero ser”. O pudiera referirse a Teshuva. Como si dijera, “Los cambios se ven desalentadores, pero no lo son, son tu verdadero ser”. Moisés está enunciando su fe en nosotros. Que, en lo más profundo, todos tienen una conexión con D-os y con el pueblo judío. Eso es exactamente lo que este versículo dice; no necesitamos ajustarnos, adaptarnos a una fe en D-os. Tenemos que ser sensibles, sondear nuestras verdaderas esencias, profundizar y descubrirnos. Está cerca, en nuestros labios y en nuestros corazones.

4ª Aliya (30:15-31:6) Vida y bondad, muerte y maldad están delante de ustedes. La vida es una consecuencia de lealtad a los mitzvot. A la falta de lealtad le espera la destrucción. Los cielos y la tierra son testigos: la vida y la muerte, las bendiciones y las maldiciones, están frente a ustedes. Elijan la vida. Moisés continúa y le habla a todo el pueblo. Tengo 120 años. No los traeré a la tierra, D-os los guiará. Y Josué los guiará. D-os hará por ustedes lo que hizo con Sijón y Og. Sean fuertes y firmes. No tengan miedo o estén preocupados; D-os estará con ustedes. No los dejará ir, no los abandonará.

Estas son las últimas palabras del largo discurso de Moisés. Él hablará de la transición de liderazgo. Pero estas últimas palabras son como un tinte, una disolución. Después de todo lo dicho y hecho, las apuestas de este gran emprendimiento de mitzvot, son nada menos que vida y muerte. Y con estas palabras, Moisés se prepara para dejar al pueblo. No hay nada más que decir. Elijan la vida.

5ª Aliya (31:7-13) Moisés llamó a Josué y delante de todo el pueblo le encargó que tenga fuerza y coraje. Porque D-os estará contigo; Él no te abandonará, de modo que no temas. Y Moisés escribió la Torá y se la dio a los portadores del Arón. Hakel: cada siete años, durante Sukot, cuando todo Israel se reúne, lean esta Torá así todos aprenderán a respetar y guardar la Torá.

Moisés lo anima mucho a Josué- se jazak, fuerte, y amatz, poderoso. No temas. Moisés se dirige a los temores de Josué. Porque, aunque hay una promesa al pueblo judío, quien sabe si yo, Josué, me merezco ser su líder. Tal vez no soy digno. Esta es la sana humildad que todos los líderes deberían mostrar. ¿Quién so yo para guiar a esta gran nación?

Y la mitzvah de Hakel continúa la transición del liderazgo de Moisés. Él se retira. Josué está siendo enseñado. ¿Por qué poner la Mitzvah de Hakel, de leer y enseñar al pueblo a temer a D-os? Tal vez, y esto es suposición, la Mitzvah de Hakel no es sólo para enseñar al pueblo, pero para enseñar al Rey. El Rey debe leer la Torá frente a la gente. Tal vez esta es la versión de la Torá de la picazón de los siete años. Los líderes, los negocios, las instituciones a menudo funcionan en ciclos de siete años. Después de siete años, haz un balance. ¿Dónde te encuentra? ¿A dónde te diriges? ¿Estás en el camino? Moisés lo instruye a Josué. Debes guiar al pueblo. Pero como un siervo de D-os. Te puede pasar muchas cosas como un líder que te volverá demasiado seguro, arrogante, tal vez temeroso, pesimista. Cada siete años, toma la Torá y léela, haz públicamente un balance. Tu eres el Rey. Pero no el Rey de Reyes. Tu eres Su siervo, sirviendo a Su pueblo.

6ª Aliya (31:14-19) D-os llama a Moisés y a Josué. Aparece una nube. D-os dice: esta gente buscará ídolos y abandonará mi convenio. Yo los dejaré. Yo ocultaré Mi Rostro y ellos sentirán que los abandoné. Seguramente Me Ocultaré de ellos. Escribe esta canción. Enséñasela para que sea para ellos un testimonio.

Esta aliya se vuelve áspera. Aquí no es Moisés hablando, pero D-os hablándole a Moisés y a Josué. Los judíos de rebelarán. Y HaShem se retirará y dejará a los judíos sujetos a las calamidades que les ocurrirán. El misterio teológico más grande se encuentra en este versículo: “Ocultaré Mi Rostro de ustedes”. Escalofriante. Y se repite: Seguramente, ocultaré Mi Rostro. El mayor desafío teológico de nuestros tiempos, la insondable tragedia del Holocausto tiene que luchar con este eclipse Divino-Ocultar Su Rostro. ¿Cuándo y por qué Él Oculta Su Rostro? La Torá lo declara, pero no lo explica. Y mientras que la historia judía está repleta de tragedias, aparentemente instancias de este eclipse Divino, por lo menos en nuestros tiempos tenemos la calidez de lo opuesto: nosotros que hemos regresado a Su tierra, distinguimos la Brillante Luz de Su Rostro sobre nosotros.

7ª Aliya (31:20-30) Traeré al pueblo a la tierra, pero ellos responderán a su éxito con rebeldía. Preparen esta canción para cuando esto ocurra. Moisés escribió esta canción enseñándosela al pueblo. Nuevamente le encargó a Josué que sea fuerte. Moisés le ordenó a los Levitas que coloquen esta Torá en el costado del Arón, como un testimonio permanente. Porque yo conozco a esta gente y son obstinados y ariscos. Reúne a todos los líderes así los puedo encomendar, porque estoy seguro de que después de mi muerte, habrá deslealtad. Y Moisés recitó las palabras de la canción para la gente.

Moisés es generoso con Josué. Como si dijera: “Cuando las cosas se ponen feas, no te culpes. Todo lo que puedes hacer es guiar. Si el pueblo te sigue o se rebela, no es por tus acciones. Se fuerte”. La generosidad al líder siguiente, haciendo todo lo posible para que tenga éxito, es un signo de un líder que no guía para fomentar su ego temiendo que el siguiente sea mejor que él, pero es el signo de un líder que guía para servir al pueblo, deseando sólo su éxito.

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